Por vuestro modo de cantar, puedo decir que tenéis mucha devoción. Puedo ver con mis ojos cuánto todos vosotros, desde los que estáis en la primera fila hasta los que estáis en la última, estáis cantando estos bhayans con verdadera devoción. Al cantar los nombres divinos, se pueden comprender muchas cosas. El canto de los nombres de Dios es una medicina divina que puede curar vuestros problemas y aflicciones, e incluso puede resolver vuestros karmas de nacimientos previos—es una medicina divina que puede curar cualquier cosa.
Cuando cantáis el nombre de Dios con la lengua, las palabras surgen desde vuestro interior, donde reside Dios, y así vivenciáis su energía divina. Es una gran bendición el poder cantar el nombre de Dios. Nuestras mentes buscan muchas cosas, pero, ¡Oh Dios, que gran oportunidad es usar nuestras bocas para cantar tu nombre! Cuando cantáis los nombres de Dios, no hay duda que alcanzaréis un mejor estado en la vida. Por lo tanto, no olvidéis recordar su nombre y repetidlo constantemente. Tratad de recibir la gracia de dios. Innumerables problemas, enfermedades, incluso aquéllas que son incurables, la falta de paz en la vida—todo esto se calma con la medicina divina y recibiréis bendiciones espirituales a través de ella.
Preguntaos qué vais a hacer en esta vida. ¿Hay algo de más grande en esta vida que cantar el nombre de Dios? Tenéis tantos pensamientos alocados en la mente y no podéis controlarlos. ¿Qué es lo que queréis en esta vida? Si cantáis el nombre de Dios, eso puede solucionar vuestros problemas y karmas y vuestras enfermedades. Esto es lo que necesitamos. Así que, sed amorosos, comportaos en acuerdo con la buena cultura y vivid con buenos pensamientos. Si podéis vivir de esta manera, podréis resolver muchos problemas que parecen sin solución. En vuestra vida debéis obtener el extremadamente inusual don de la gracia de Dios.
Por esta razón, es mi deseo que repitáis el nombre de Dios en esta vida. Los seres humanos en este mundo han creado idiomas, religiones, castas y demás. Aunque hay tantos idiomas, no podéis alcanzar a Dios mediante ninguno de ellos; es sólo a través de la devoción que le podéis alcanzar. Si queréis lograr esta devoción y si, por medio de esta devoción, queréis obtener un elevado estado espiritual, entonces ante todo necesitáis liberar a vuestra mente de la ignorancia, el ego, los celos, la competitividad y la ira. Evitad la duda; la duda es una enfermedad incurable. Vuestro corazón y vuestros pensamientos deben purificarse. Si miráis algo con una intención incorrecta, entonces definitivamente eso os parecerá incorrecto. No tengáis deseo por el cuerpo, sino tened devoción por lo que hay dentro. Quien quiera que seáis, un día este cuerpo va a decaer. ¿Cómo pensáis que podéis conservar este cuerpo en una buena condición? ¿Cómo pensáis usar este cuerpo? Decidle a vuestra mente que cultive tan sólo amor puro, y no deseo. Cuando surge el deseo, también empezáis a dudar, a enfadaros y a tener otras tendencias negativas. Por eso, no tengáis deseo del cuerpo, sino más bien acrecentad siempre vuestra devoción por el alma.
¡Yei Prema Shanti!