(Fragmento de un satsang que Swamiyi dio en el Reino Unido en 1984)
(Swamiyi canta “Govinda Krishna Yei…” aunque tiene dolor de garganta.)
Hoy intentasteis hacer que yo cantara, pero yo realmente no puedo hacerlo. Sin embargo, cuando vi a todos vosotros aquí, sobre todo a las personas jóvenes, y vuestro interés en bhayans, ¡me dio deseos de cantar yo también! Al mismo tiempo, vosotros cantáis mucho mejor que yo y me hace feliz ver eso.
Quiero haceros progresar a todos en el sendero espiritual. En este mundo hay muchos caminos que una persona puede seguir. Un ser humano puede vivir de cualquier forma que le guste. Nadie vino a este mundo para vivir cientos de años. La vida es muy corta, a lo sumo 90 años o algo así, y entonces tenemos que dejar este mundo de nuevo. Una mujer le reza a Dios pidiendo tener hijos. Después de tener los niños le pide a Dios que sus hijos sean niños buenos. Entonces le pide a Dios que los niños estudien bien. Después de eso le pide a Dios que ellos consigan un buen trabajo y quiere que su hijo sea médico. ¿No dejará finalmente a Dios en paz? No, lo siguiente es que le pedirá a Dios que su hijo tenga una buena compañera. Tan pronto encuentra a su pareja, quiere que se casen. Después de la boda, quiere que ellos tengan hijos bonitos. Así que la mujer se ha vuelto una abuela ahora. Después de algún tiempo empieza a sentir que sus hijos no están haciendo lo suficiente por ella y que sus nietos no están cuidándola. Ella se siente mal y herida y luego fallece.
Si pensáis que ésta es la manera correcta de vivir, ¡entonces continuad! Esto es lo que vemos y experimentamos desde el momento que nacemos hasta el momento que nos morimos. ¿No hay nada más allá de esto? Hay… ¡ganar mucho dinero! Intentáis ganar dinero para satisfaceros, a vosotros y a vuestros niños y nietos. Acumuláis toda esta riqueza y entonces fallecéis. ¿Esto es todo a lo que aspiráis a en este mundo?
Éstas también son las cosas que vosotros me preguntáis. Incluso de las entrevistas que tengo con vosotros, puedo decir que éstos son los únicos asuntos sobre los que habláis. He viajado de Sri Lanka al Reino Unido para resolver todos estos problemas materiales que tenéis y no me importa si me usáis para eso, pero quiero recordaros que no os detengáis allí. Por ejemplo, creéis muy firmemente en mí, pero ¿creéis así en vosotros mismos? ¿Por qué estoy preguntando esto? Cuando una persona no cree en sí misma, su mente se siente triste. Esa mente entonces, a su vez, crea muchas enfermedades y problemas y dificultades para esa persona.
¿Todos vosotros pensáis que sois personas malas? ¿Hay alguien aquí que piensa que es una buena persona? Siempre debéis pensar que sois buenas personas. Debéis creer en vosotros mismos porque hay una energía divina en vuestro interior. Si tuvierais una charla con vosotros mismos lo entenderíais. ¿Lo probamos?
“Oh mente, ¿por qué es que no creo en mí?”
Vuestra mente contesta: “Cualquier cosa que hago, cualquier acción que realizo, parece que nunca la hago apropiadamente, y siempre se convierte en un fracaso. Es por eso que no tengo fe en mí. Incluso solicité un trabajo y no tuve éxito en conseguirlo. Sin importar qué haga, nada parece funcionar para mí. Por eso estoy enfadado conmigo.”
A esto la mente de nuevo responde: “Sé un poco paciente. Si quieres lograr algo, tienes que tener fe en ti mismo. Para eso, necesitas un poco de paciencia. Dado que perdiste fe en ti mismo, no puedes hacer nada audazmente. Cuando perdiste tu valentía ¿cómo puedo ayudarte a encontrar un trabajo?”
Tenéis que tener fe en vosotros, en lo divino que hay dentro de vosotros. En otras palabras, en el paramatma del yivatma. El alma divina dentro de vosotros es el yivatma y el alma suprema que está en todas partes es el paramatma. Creéis en el paramatma, pero no creéis en el yivatma. Sólo habéis estado escuchando lo que otras personas os dijeron, y ellos sólo os dicen que tengáis fe en el paramatma y así es cómo vivís, ¡pero también debéis tener fe en el yivatma!
