- por Shiva Sundari (Juventud Premananda, Los Países Bajos)
Shiva Sundari, junto con Aniruddhan, coordinó el programa de transmisión en vivo de Mahashivaratri que transmitió durante casi 12 horas e interconectaron a devotos de todo el mundo con un programa internacional. En el siguiente artículo comparte con nosotros sus sentimientos sobre Swamiyi y este Seva Mahashivaratri.
Mahashivaratri es un momento muy especial para orar y meditar en la energía del Señor Shiva. Cuando nos alineamos con la energía del Señor Shiva y nos entregamos a esa energía, nos abrimos a recibir su gracia divina.
Cuando yo era pequeña, a finales de los años 80, mi mamá viajó al sur de la India muchas veces y a menudo veía a Swamiyi. Así que crecí dentro de una atmósfera de devoción que incluía rituales, el canto de nombres sagrados y otras prácticas espirituales. Cuando tenía 24 años, vi por primera vez a Swamiyi en el Ashram en ocasión de Mahashivaratri 2010. Lo principal que recuerdo fue la increíblemente alta energía que había. Ya no podía pensar; todo sucedía tan rápidamente. Pasaban tantas cosas conmigo y dentro de mí que no podía entender. Me sentí nutrida y sentí mucho amor y felicidad.
Ahora tengo 35 años con un buen marido a mi lado y dos hermosos hijos jóvenes. Me siento muy bendecida con toda esta riqueza. Como en toda vida humana, ha habido, hay, y sin duda siempre habrá, desafíos y problemas que superar. Pero cuando me siento en silencio y pienso en Swamiyi, llego a un estado de entrega y siento tanta fe, fuerza, dicha, gozo y paz y guía. En esos momentos puedo sentir con fuerza que todo lo que llega a nosotros es de lo Divino y que, por lo tanto, no hay necesidad de preocuparse por nada. El sendero de bhakti me da paz mental, elimina preocupaciones y estrés y trae luz a mi vida familiar.
Hacer mi servicio con devoción durante la gran noche de Shiva fue una oportunidad maravillosa para acercar mi alma a lo Divino. Conectarse con otras personas devotas y hacer juntos servicio amoroso da tanta inspiración y alegría. Acrecienta la energía. Y como siempre, también hubo pruebas, pequeñas lecciones que me recordaron que hay que ser paciente, tener fe y entregarse. ¡Gracias Swamiyi por guiarme en mi sendero espiritual!