Antes de contaros cómo celebramos Mahashivaratri este año, tengo que daros el contexto. Nuestro Centro Premananda en Grenoble está en un estado de agitación—nuestros coordinadores, Dhanalakshmi y Kasturirangan, recientemente vendieron su casa y el último abhishekam que celebramos en ese lugar inspirador y poderoso fue en Diciembre de 2020. Éste fue el Centro donde yo había ‘conocido’ a Swami y su misión en 2002, y abandonarlo fue particularmente movilizador para mí. También fue, por supuesto, un hito en la vida de nuestros coordinadores.
Nos entristeció que, por la situación sanitaria internacional, nuestros coordinadores no pudieran ir a la India como lo han hecho todos los años desde los años 90, pero, por otro lado, también me sentí un poco feliz de poder organizar esta celebración con ellos. Su forma de llevar adelante el centro es muy simple: todos comparten sus ideas sobre lo que podríamos hacer, las diversas propuestas se debaten y luego se validan, o no (¡usualmente sí!), y entonces cada uno de nosotros asume una tarea y todo se acomoda fácilmente. Siempre es una gran experiencia de cooperación. Esta vez, Dhanalakshmi y Kasturirangan se quedaron un poco detrás de la escena con el fin de dejarnos libres para hacer lo que estábamos acostumbrados a hacer y sentí mucho respeto por esta actitud. Todo salió muy natural, cada uno de nosotros se ofreció a hacer algo útil o aportar algo a la celebración y se estableció un programa preciso unos días antes del ‘día D’.
El 11 de Marzo me desperté con un sentimiento de gratitud extremadamente poderoso, porque mientras el miedo sacudía a gran parte del mundo, nosotros íbamos a participar en una celebración espiritual, ¡con la alegría y el amor de lo Divino! ¡Qué suerte! No creo que alguna vez me había sentido tan afortunada de pertenecer a la misión de Swamiyi.
Hay que decir que durante los últimos diez meses de la crisis del Covid, sólo pudimos reunirnos para dos abhishekams, mientras que antes el Centro regularmente organizaba un programa cada semana. Por lo tanto, fue con especial placer que compartimos la tarea de preparación para este evento sagrado.
Nuestro programa incluía abhishekams, realizados a cinco lingams, cuatro de los cuales fueron manifestados por Swamiyi, con, en el medio, satsangs, intercambio de nuestras experiencias con Swamiyi, y otras actividades. También planeamos conectarnos con el programa de transmisión en vivo del Ashram.
La celebración comenzó alrededor de las 8 pm con un Gurú Astotra y bhayans. Luego tuvimos el primer abhishekam, después de lo cual todos recibieron bendiciones de los lingams. A esto siguió una meditación de 20 minutos. Tras lavar los recipientes, tomamos té y compartimos algunas de las experiencias que habíamos tenido con Swamiyi. Fue muy interesante y también a veces divertido. Esto se prolongó durante mucho tiempo porque, como ya he mencionado, no nos habíamos visto en muchos meses y estábamos muy necesitados de este “tiempo juntos.”
Luego llegó el momento del segundo abhishekam, después de lo cual Dhanalaksmi nos guio para cantar un canto védico a Shiva, una experiencia muy hermosa que nos permitió expresar lo sagrado de un modo diferente. Enseguida, un cuestionario sobre espiritualidad, con preguntas sobre Swamiyi y sus enseñanzas. Fue una manera muy agradable de relajarse y recordar algunos aspectos destacados de la vida de Swamiyi. También hubo deliciosos prasad y chai picante al estilo indio, que fue un verdadero placer y nos recordó a todos nuestros tiempos en el Ashram.
Luego nos conectamos al programa en vivo en una pantalla grande. Fue muy conmovedor ver a devotos de tantos países diferentes celebrando Mahashivaratri en tan hermosa unidad espiritual. Vimos hasta el final de la emisión, cuando llegó el momento de nuestro último abhishekam. Esta vez asistí yo, y me alegró que todo saliera bien a pesar del hecho de que no había realizado un abhishekam durante bastante tiempo.
Tras otra meditación, terminamos la celebración espiritual con un arati final. Después todos disfrutamos de más té y de un increíblemente delicioso pastel de chocolate y calabaza especialmente hecho para el cumpleaños de Kasturirangan. ¡Espero de todo corazón que esta feliz coincidencia señale su pronta recuperación!
Me siento extremadamente agradecida de haber podido compartir momentos tan preciosos con todas estas personas, diferentes unos de otros, pero todos unidos en el amor de Swamiyi.
