La práctica de las posturas yóguicas físicas (ásanas) y el control de la respiración (pranaiama) liberan a la mente y la regresan a un estado de paz y simplicidad. Cuando se practican con regularidad, las ásanas fortalecen los huesos y músculos y también mejoran los niveles de respiración y de energía. En apariencia el yoga trata solamente con el cuerpo físico. No obstante, las ásanas afectan diversas partes del cuerpo, activando órganos vitales. Como resultado, sangre fresca ejerce influencia sobre el cerebro, calmando los nervios y relajando la mente. Así, vemos que el yoga beneficia tanto nuestro bienestar físico como el mental.
El Hatha yoga es una parte del sendero óctuple del yoga hacia la Auto-realización y, por esta razón, Swamiyi nos alentaba a practicar este antiguo arte. Yoga destruye impurezas del cuerpo y la mente ayudándonos a dirigir nuestra atención hacia dentro. Asimismo, el yoga relaja y tonifica el cuerpo. Corrige nuestra postura haciendo que nos sea más fácil sentarnos con comodidad durante períodos de meditación más prolongados.
Pranaiama es una parte importante del yoga. Prana es la fuerza vital del cuerpo que está dentro del cuerpo y en todo su alrededor. El prana entra en nosotros cuando respiramos. Swamiyi dice que pranaiama es un tipo de meditación. Cuando lo hacemos, observamos la respiración mientras la retenemos y mientras inhalamos y exhalamos. Swamiyi aconseja que esta observación desempeña un rol vital para aquietar la mente y experimentar profunda paz. Además, pranaiama ayuda a controlar el movimiento de la mente y se dice que contribuye con la cura de diversas enfermedades.
En los cursos de meditación Prema Dhyanam se enseñan ejercicios simples de pranaiama y calmantes ásanas de yoga.
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